Sobre el mar, desde el mar.
Como un largo silencio de la noche
vienen a mi los nombres de los dioses,
los nombres de las mujeres amadas,
el sueño de la infancia.
Así es, amigos, hblo de la quietud,
de la edad de la rosa en la voz
que lleva su plegaria en el olvido.
Carlos Penelas