En los acordes de la vida esta la melodía y en las razones de los días esta la verdadera categoría de los sentimientos ajenos al corazón y cercanía al amor
En los latidos del corazón está la razón de los tiempos venidos a menos y de instantes que no funcionan más
En la rosa está el nombre del creador y en la creación está el nombre de la rosa
Señuelo que irradia luz en la medianoche desértica y verosímil de la fatídica hora en que pende el corazón
Susurros de golondrinas sollozan en el tamiz de aquel cuartel del pasado y respira y murmura tiernamente sin pensar en un despertar lejano
Los misterios se convierten en enigmas resueltos y sus captores se revelan uno tras otro tras días de azulejos
Melodías funebres recuerdan el futuro que un pasado construyó, contrito a la razón del subsecuente porvenir
Aurora no te vayas, Aurora no te vayas sin despertar al forajido que una vez fue tu creación