Surgen pájaros de barro
entre cielos esmeraldinos
escarchados de abandono,
y una nota antigua
en el arpa del tiempo
y del espacio...
deshace la noche ignota,
entre acordes de melancolía,
nada se nos aparece
detenido y mayestático...
en el equinoccio de sus días,
como el llanto
de una reina...
en el candor
de su distancia.