Querida yo:
Sí hubiera visto hasta donde llegaríamos talvez nunca lo hubiese creído. Como todos he fallado a muchos, los he decepcionado, pero peor aún me he traicionado a mi misma. Nos dejamos deslumbrar por las apariencias y los deslices de la vida que lejos de dar sabor dejan heridas.
Lo único a nuestro favor es la compañia de aquel que nunca dejó de creer en nosotras, de aquel que día a día nos ha elegido. Sé que en algún punto nos dejamos vencer ante la presión y la corriente de lo que todos quieren de nuestro ser pero ahora ya no va a suceder.
Hace mucho quise dejar de lado tantos por que a los cuales huíamos pero aprendí a conocerme, a aceptarme y dejé de esperar... Y te amé, con todo lo que tienes, con todo lo que traes. El corazón dejó de buscar y se dedico ahora a recibir, que solté... claro que lo hice, deje amores, deje vidas. Solté las cadenas que arrastraba sin darme cuenta, renací...
Aprendimos a ser mejor persona, a sonreír a no callar, pero por mí. Dejamos de agachar el rostro aún cuando eso implique perder, y aún así siempre se gana pues nadie se esta obligado mucho menos amarrado. Aprendimos a amar cada una de las cicatrices y a valorar aquellos tatuajes invisibles que me recuerdan que has estado ahí. Y que hemos crecido y florecido como la primavera, que los inviernos ahora lejos de ser grises son gentiles y nos dejan ver y recordar que aún hay bondad en todo aquello que pretende destruirnos pero lejos de ello nos construye.
Nos volvimos fuertes, ya lloramos sin miedo... Caminamos sin vergüenza y con la frente en alto, pues nuestras deudas están saldadas. Impactamos con la sola presencia y demostramos con nuestra ausencia. Extrañamos a aquellos que se han ganado un trocito de nuestro corazón pero tenemos los pantalones para llevarlos a la puerta si no desean quedarse,
Volamos lejos, volamos fuerte...
Porque nuestro rol es vivir y servir. Y cuando ya no hacemos falta aprendemos a irnos.
Querida yo: todo cambia, pero no por eso nos vamos a hundir, saldremos juntas, saldremos nuevas, saldremos no tan enteras pero sí renovadas. Que de aquí con cada recuerdo con cada cicatriz y con cada trocito de vida tenemos para hacernos una exposición en la que todos vean que somos luz.
-Joss-