Te perdí
cuando menosprecié el ruido
que estabas haciendo entre mis silencios,
antes del pretexto;
en lo frustrado del alcance de mis manos;
en lo viscoso del devenir de un mundo triste
que al azar castiga sin justicia;
en lo difícil que fatiga;
en lo aplazado que sugiere lo imposible;
en la imposición de mi obligada cuarentena
con mi pasado que nos duele.
Me perdiste
poco a poco, culpándome
de los pecados que inventaste;
cuando me implantaste el vestido que aparenta
las suspicacias que te hieren.
Nos perdimos
unidos por un mar y cien montañas
cubiertos del mismo azul,
sin conocernos.
...y aún nos amamos muy profundo
en el amor que desde hoy se desperdicia
en instantes que no vuelven
y que morirá después que yo,
agonizando él conmigo en dos tristezas.
Adios amor
(...tal vez Dios vuelva, nos perdone
y nos obligue en un febrero
al primer segundo del abrazo
en nuestro lugar de la ribera
del río que corre entre las piedras).
#LuisAlbertoR
(Fotografía de Zohre Nemati)