Yo voy a lo pequeño,
a lo que está cerca.
Como un agua secreta,
mi canto nace de las eternas
estepas y de los solitarios yermos.
Pero no sin consistencia, no
como el agua que llega a los mares,
desvaída y con reticencia.
Mi pupila está hecha para lo ancho,
para lo que mira más afuera que dentro.
No llevo penachos, ni sombreros
ni utilizo verbos complicados, ved
mi silueta-.
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