Tengo que reconocerlo, soy un enamorado de la vida,
el amor que tú me das, es un amor distinto a los demás,
es un amor sincero y claro, nada triste, es la lenta letanía del mar con las olas,
es los amaneceres claros , es ver a mi gato como me despierta.
Es el amor que sienten los enfermos que se agarran a la vida,
es el amor del que sabe que todo es perecedero y único,
es el amor del que ve siempre bella a su pareja,
es la complicidad eterna entre el individuo y el universo.
El amor que tú me diste, vida,
es apreciar lo diferente, lo irregular, valorar el éxito, el fracaso,
lo profano, lo religioso, la nada, la profundidad, la inteligencia,
lo infinito, lo pequeño todo es digno de admirar y cotejar.
El amor a la vida es, ser fiel a su propia existencia,
apreciar todo lo bueno que hay en ella, que hay mucha maravilla,
y respetar y no dar importancia a los vaivenes, a la fútil venganza,
y sobre todo ser feliz por observarla, sentirla y amarla.