DESEO EN TU VIENTRE.
Germina el deseo en tu vientre,
como el árbol el fruto madura
y esa seducción concupiscente,
alma, corazón y carne satura.
Magma aromático de tu corola,
impregna subyugados sentidos,
como incita la naciente aurora,
a yacer con sus días dormidos.
Y el pistilo de tu flor seducido,
ávido a mi estambre se abre,
vertiendo su néctar apetecido,
al gozo sublime de entregarse.
Estremecen las pieles al catarse,
cuál vino de vendimia candente
y el clímax cual río en pendiente,
no tiene represa al desbordarse.
Sonata de jadeos y gemidos
magnos arpegios de placer,
beatifican deleites no inhibidos
y recatos desnudos por yacer.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Mayo 9 del 2020.