Cantad...
oh pájaros del cielo,
Cantad un himno
grande y generoso,
Porque es la vida
un único y gigante
mandamiento...
Sostenido
alevosamente...
en el arco exacerbado
de su gloria,
Cantad latidos
de mi pecho...
La mente se sostiene
vana y circunspecta...
En el arco
desasosegado
del crepúsculo.