¡Arre! ¡Arre! Caballito
no te canses bonito.
Daremos vueltas y piruetas
desde el jardín a la puerta.
Te pintaré con el color
que me provoca rubor.
Que me provoca alegría,
cuando corremos por la villa.
¡Ay! Caballito
con tu cabeza de fieltro.
Hoy te ves coqueto,
con tu crin de lana y riendas de cuero.
©Mirna Carranza