Soy un soldado
caminando solo,
soy un soldado
viviendo de este modo:
matando días mercenarios
abandonados
a la buena del espanto,
tan presentes y ordinarios
que se matan ellos solos.
Soy un soldado,
lejos, muy lejos soñando
con la magia
de una manta tibia,
una realidad distinta
de cuerpos juntos,
acomodados
de una forma simple
a ambos lados
de tu mano o de tus labios…
o dentro de un sobre.
Soy un soldado
escribo
y no me quejo,
miro los días nublados
y se que un día
estaré menos vivo
o tal vez un poco muerto
pero siempre enamorado
lloviendo corazones,
llorando recuerdos
pero resucitando
el alma frente al espejo
cuando veo tu cara
flotando sobre renglones
de un cielo rayado
o en un fuego sagrado
A la noche cierro los ojos
y rezo
y te imagino a mi lado
entonces sonreímos y cantamos
y nos olvidamos
de tantas soledades…
Soy un soldado
y camino bajo los árboles
pensando,
matando libertades
más allá de los campos,
más allá del infierno
de las ciudades
y del tiempo que no cesa,
respiro hojas secas
y me pregunto
que habrá en aquella
tuya tierra,
qué será de mi
luego de la nada,
que será de mi
lejos de tu todo?…
Soy un soldado
matando días mercenarios
en ríos de sueños rotos
y bajo la boina me detengo
a contemplarte vida mía
sombra en el retrato
de tu última foto.