Laura Cordero

PAPITO

Nuestros viejos, ya lloraron y criaron,

con trabajo nuestros estómagos llenaron,

hasta el abrigo se quitaron,

y del sufrimiento nos libraron.

 

En sus brazos nos cargaron,

a veces por nosotros gritaron,

una sonrisa en la cara se pintaron,

el sudor de la frente nos secaron.

 

Dijo; todo esta bien princesa,

aunque el dolor lo matara,

siempre con besos en la frente,

y la sonrisa reluciente,

orgulloso de sus crias,

que en la vejés le ayudarían,

a terminar contento,

pues ya el fin de sus días sería.