Walt Whitman. No te detengas. Carpe Diem.
No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho de expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida
algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y la poesía sí pueden
cambiar el mundo.
Pase lo que pase, nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña
Nos convierte en protagonistas de
nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra la,
poderosa obra continua.
Tu puedes aportar una estrofa
No dejes nunca de soñar,
porque en sueño es libre el hombre.
No caigas en el peor error:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
“Emito los alaridos por los techos de este mundo”
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas.
Valora la belleza de las cosas simples
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta el pánico que provoca
Tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en tí está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes pueden enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros “poetas muertos”,
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad somos nosotros:
Los “poetas vivos”.
No permitas que la vida te pase a ti, sin que la vivas…
22/06/2020