Eres el rostro oculto tras el velo
la palabra secreta
que abre el cielo.
Eres la duda que tenía por cierta
la sinrazón que esconden las razones;
la faz del sol tras la máscara yerta,
el tesoro que anhelan los dragones,
el secreto que acecha tras la puerta.
Eres el cuarto enigma de la esfinge,
el perpetuo ¿qué es eso? de los niños,
el duendecillo oculto en los jardines,
el cofre en el que guardan los marinos
el canto secular de los delfines.
Pues tú eres el amor
y sus misterios...
... y yo solo el guardián de sus confines.