Necesitaba solo un minuto para describir su vida,
para sacar hacia afuera sus vivencias solitarias,
-escondidas-.
Recordaba muchas cosas,
sucesos, historias singulares.
Su niñez, su infancia destruida en la memoria de
un tiempo que ya había muerto y que él quería
-olvidar-...
Hubieron pocas alegrías en el periodo de su vida.
Algún segundo brillante que murió cuando la
tarde agotada como él se cruzó en su camino.
Ahora se ha hecho mayor y el tiempo no perdona.
Solo conserva recuerdos,
extraviadas sensaciones lejos ya de su memoria...
Necesitaba solo un minuto para desmembrar,
desgarrar su vida;
para quemar sentimientos que ya no tienen
sentido,
para destruir lamentos enredados en su garganta
rota, herida por tanta inseguridad.
Solo le queda la duda de si volviese a vivir,
¿Cambiaría de sendero?. ¿Lograría ser feliz?...