En un mundo me encuentro,
desolado por la miseria,
pensando que era perfecto,
ni aun así lo quisiera,
en esta amargada vida,
que, en lo profundo despierta,
para buscar la salida,
y abrir una nueva puerta,
buscare un nuevo rumbo,
recorriendo como vagabundo,
pensar para discutirlo,
y después de todo vivirlo,
caminare sin temores,
y nunca rezar por amores,
solo cuando regrese,
recordaran mi presencia,
y toda la falta que hice,
cuando notaban mi ausencia,
así fue desde el principio,
los pensamientos de un niño,
que agobio la soledad, la tristeza y delirio,
que cambio por sonrisas fingidas,
cuando causaban heridas,
a un corazón de cartón,
que nunca encontró el amor.