Entre una turba afluente
yo obnubilada reconocí
un rostro familiar.
Tú, estabas ahí.
Me aprovecho entonces
del maquinal subconsciente,
y me acerque a ti, sutilmente.
En aquel lugar contemplaba tu perfil
Cuando acoplado mi reflejo
se atrevió a preguntarte.
Fue como conseguí escuchar tu voz
Bastaron unos minutos
para lograr conectarnos
Que momento de gozo y molicie eras tu.
Aparentaba ese caótico ambiente,
una representación teatral,
fuera de nuestro contexto inocuo.
Pero tenías que partir
y la incertidumbre de tu regreso
me obligo a unirme a la escena.
Este es mi sueño y lo deseaba
conmutar, que vuelvas.
No existe imposible
ya estoy cerca del REM
Así que regresas, con un dramático
acto de reencuentro,
rompemos la cuarta pared
me abrazas y despierto.