Daira Hernández

ESTABAS AHÍ (sueño lúciodo)

Entre una turba afluente

yo obnubilada reconocí

un rostro familiar.

Tú, estabas ahí.

 

Me aprovecho entonces

del maquinal subconsciente,

y me acerque a ti, sutilmente.

 

En aquel lugar contemplaba tu perfil

Cuando acoplado mi reflejo

se atrevió a preguntarte.

 

Fue como conseguí escuchar tu voz

Bastaron unos minutos

para lograr conectarnos

Que momento de gozo y molicie eras tu.

 

Aparentaba ese caótico ambiente,

una representación teatral,

fuera de nuestro contexto inocuo.

 

Pero tenías que partir

y la incertidumbre de tu regreso

me obligo a unirme a la escena.

 

Este es mi sueño y lo deseaba

conmutar, que vuelvas.

No existe imposible

ya estoy cerca del REM

 

Así que regresas, con un dramático

acto de reencuentro,

rompemos la cuarta pared

me abrazas y despierto.