Sus alas rotas
hicieron que llorara
mi corazón.
Viejos recuerdos
con lágrimas saladas
y alguna rosa.
Vuelven los miedos,
las brumas y el destino
están muy cerca.
El corazón
no quiere los barrotes
que le aprisionan.
Quiere la brisa,
la rosa y el rocío,
¡quiere latir!.
Quiere la vida,
la eterna primavera,
las mariposas.
Hay telarañas
que aprietan y que ahogan,
quebrando el alma.,
Duros recuerdos
que brotan del silencio
con sus puñales.
No quiero sogas
que ahoguen a mi cuello...
¡quiero vivir!.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/04/20