Alexandra L

Vivir

 

La pena aprisiona el pecho, duele en el alma, profundo
la perdida agobia, pega, intenta cambiarte el rumbo,
el dolor nos estremece hasta los mismos cimientos
descarna los sentimientos nos involucra en la culpa.

Los recuerdos nos abrazan, mas no siempre son los buenos
para hurgar más en la  yaga colmar la copa de miedos,
hay que hacerse juez y parte del caso que nos ocupa
valorar sin emoción y reconocer si hay culpas.

Porque suele suceder que vamos a los extremos
donde son tan malos, malos y los buenos son tan buenos,
el tiempo es quien pone a prueba, calidad y sentimiento,
la verdad y la mentira, lo que llevamos por dentro.

En brazos de la ilusión nos montamos en un sueño
haciéndolos tan reales que se rozan con los dedos,
 más triste alucinación, al despertar,  solo eso
las tardías sensaciones resbalan por los espejos.

Vivir, vivir, avanzar, aunque la pena te agobie,
porque ha de llegar el día de rendir cuentas,
Y entonces te preguntaras ¿Qué hice con este regalo enorme?
quizás solo fui la sombra, de este cuerpo; de mi nombre.

No permitas el marchar, sin sentirte un día feliz,
porque ese día alcanzara, te acompañara hasta el fin
perdona a ese que con saña te lastimo el corazón,
perdónate porque acaso fuiste ciego ante el amor.