Era una noche en que mis desvelos
se mezclaban con mis angustias
de enfrentar la vida sola
con dos de mis hijos, aún pequeños.
La soledad me mantenía en largas meditaciones:
Mi vida pasada, con muchas desilusiones,
Un presente solitario , sin afectos
Sin un “buenas noches”, peor aún
“un buenos días amor ,“no tenía nada.
Y una terrible incertidumbre del ¿qué será mañana?.
Me fui quedando dormida
O no sé, tal vez en un estado de trance,
entre sueño y realidad, sabrá Dios,
que fue lo que me paso entonces.
Sentí un tremendo remezón,
Y era como si una fuerza extraña ,
No , no era buena , la sentía negativa
Y quería poseerme, lo juro así lo sentía
Mi corazón agitado, a mil palpitaciones latía.
Tuve miedo, mucho miedo, le rogaba al Señor
Que me quite ese tormento, que me ayude.
Pensé en orar la oración sublime del PADRE NUESTRO,
Pero en desorden la tenía y no podía decirla
Y sentí que una voz me decía “de rodillas”
Tienes que hacerlo de rodillas y con Fe y así lo hice.
Entonces oí dos voces que venían de lo alto
Y decían : Silvana está en peligro ayudémosla ,
Eran voces conocidas de una hermana y de mi madre.
Que no estaban presentes, pero estaban en mi mente.
Y de pronto esa fuerza negativa se alejó,
Volví a mi estado normal, asustada y confundida,
Me puse a hacer recuento , de los errores de mi vida.
Y prometí enmendarlos , para no deberle a nadie
Y vivir en paz con todos y conseguir armonía
AQUELLA DURA EXPERIENCIA,
CREO QUE MARCO MI VIDA.