Como el ocaso de una tarde
mis ojos divisan un velero varado
en el fondo del mar
Como las estrellas
que no se ven
del agua que nublan los ojos
Como una carta
que de tinta se manchó
vino el viento y se la llevó
Como una palabra no proferida
que ensombrecida se torno
por el frío que la entumió
Como un poema tardío
que al llegar la tarde
su inspiración se esfumó…
y al fin de la inacción
De mi mano no te sujeté
mis ojos que solo te vieron caer
mis palabras que no salieron para ti
un perdón que no proferí
y que de mi poema tardío
me hastié!
por mis acciones banales caí !
y al polvo volví…