Tengo que abrir las ventanas del alma.
Debo dejar que entre la luz y el aire.
No puedo seguir entre el silencio y la oscuridad
de un pasado que me agobia,
que trata de llevarme a donde no quiero estar.
...Pero primero hay que serenarse.
Trata de calmar el alma.
Haz que tu corazón respire.
Escucha esa canción hoy tan de monda: \"Resistiré\".
¡Tienes que resistir, Rafa!,
ya que eso es lo que pretenden tus recuerdos y tus miedos,
que te hundas,
que caigas,
que digas adiós a todo.
Pero debes de luchar, como venías haciendo,
debes buscar la luz y sonreír a los cielos,
a los que te rodean,
incluso a la gatita, que también te lo agradecerá.
Busca los versos y encontrarás el poema de la vida.
Toma la mano que te ofrecen
y siente su candor y su afecto.
Mira luego, a la luna.
Salúdala y dile que te ayude.
Seguro que también las estrellas querrán acudir a tu lado.
Sentirán envidia del mar que tienes tan cerca
y querrán ellas acariciarte con sus guiños.
Escucha los cencerros de las vacas cercanas.
Oye el intercambio de mensajes que hacen
intentando copiar a las cigarras.
Luego cierra los ojos, no pienses.
Deja que el corazón desgrane sus latidos.
Escucha los mensajes que te dicta.
Quizás entre ellos hay uno diferente que viene de lejos.
Pero escúchale. ¿Le oyes?...
Es como una brisa con cantos de sirenas.
Quizás son las resacas,
tal vez sean unas rimas olvidadas, ¿recuerdas?...
\"Volverán las oscuras golondrinas...\"
¡Anda, sonríe. Sigue soñando...!
Rafael Sánchez Ortega ©
01/04/20