Hoy dentro de esta inmensas soledad
doy por fijado que el tiempo es necio y obtuso
esperando la hora que ha de llegar a mi final
de las mil trémulas que habitan en mi mente
me embarga la idea de fenecer
sin haber cumplido los estándares de mi pensamiento,
psiquis de entelequia que siempre me persiguen.
Soy prisionero de ella misma,
escapando de una realidad libérrima
donde mi ser no encuentra cabida, ni huella, ni gloria.