Viola lleva entre sus majas manos,
la reliquia del violín de su padre,
el qué pasó a ella por herencia
y llevando el carisma en la sangre,
muy pronto se hizo
una gran y moderna violinista.
Ella impactaba al público
por la variedad y calidad
en sus presentaciones,
por su personalidad
y su forma de bailar.
Todo iba acorde a lo que
se ocultaba en ella
y en el secreto de la madera
de ese violín, que imbuye
de otra vida a través
de sus brazos contagiosos.
Aquella que intuyese en su melodía,
como si arrancase las voces
que ella por dentro guardaba.
¡Qué magia tiene su melodía!
Con un instrumento,
por mucho tiempo a su lado
y sin dudas, de que el violín
sin darnos cuenta,
ya lo habia mencionado
con sus cuerdas milagrosas.
Viola tenía su vocación oculta
y a la espera de demostrarlo,
pero ahora era su tiempo
para olvidar por mucho
tiempos de tristeza
heredada desde su nacimiento.
Se escondida detrás de los árboles
y volaba con pajaritos
y sus trinos en lo alto,
logrando que corra por sus venas
alguna inspiración pura del alma.
Muchos al verla imaginaban
ser aquel pedazo viejo de madera,
tomado por ella
entre sus delicadas
y suaves manos,
para acomodarlo en el cuello
y hombro recogido.
para tocar canciones encantadas
Que susurren al oído, o bien sea que
griten su lamento para consolarle
el dolor que en ese momento
le abrazaba por completo
hasta el alma
por dentro.
EVOLA.RL
25/6/2020 RD