Alfredo Saez

-Canción al Grito de Asencio-

El 27 de febrero de 1811 se iniciò la revolución en la Banda Oriental del rìo Uruguay contra el régimen hispànico colonial.Ocurriò a orillas del  pequeño arroyo  Asencio que desemboca en el rìo Negro, muy cerca de la Capìlla Nueva de las Mercedes. Fue en origen mas una protesta rural contra las  autoridades de la penìnsula ibèrica que contra  el Rey soberano Fernando VII. La lucha  potenciò nuevos fines, independentistas y  republicanos con la direcciòn de Josè Artigas,descendiente de aragoneses,  que se agregaron  no solo los objetivos políticos  sino también  altos principios de adelantada  justicia social.Pero quedò inconclusa...y derrotada en la etapa artiguista, asilado el Héroe en el Paraguay hasta su muerte en 1850.
Al acontecimiento primicial se le llama Grito de Asencio.

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Montando baguales  galopa la revolución de los iguales

y en la tensa noche fueguina, sopla ardiente ciclón en silencio.

Los cauces recogen susurros y silva el viento de los Orientales

que juran y advierten ¡Se viene el Grito de Asencio!

 

Blancas vinchas del Once de un veraniego veintiocho

tremolan alientos por la Banda de Oriente, la Libertad con su adviento

refrescando de brisas febrero, el rostro curtido de un mozo morocho

que se acabó la santa paciencia , tiempo vil del antiguo lamento.

 

El Grito agiganta los ecos de iracundos enojos,

Brama cerril la gaucha pasión del cetrino lacayo.

Tercerolas en las manos, cuchillos faeneros, la sangre en los ojos,

Ya anuncian de a caballo ¡Qué viva el Cabildo de Mayo!

 

Justo Correa no puede contener a la gente.

Perico el Bailarín descarga el zanco de ruda madera

y la Danza licencia al galante soldado valiente

que en lanza convertirá, la más pujante tijera.

 

Cabalga temible a su lado don Venancio Benavídez

Señor de Quitanderas, amazonas de luchas partidarias.

Sueñan la Capilla y el tinto cáliz, ritual de las vides.

¡Ay misioneras del todo, sangran de cruz, flores pasionarias!

 

Paren las madres hijos tupamaros en lunas aladas,

Herencia que remite coraje y linaje al maligno trono borbón;

Los padres enseñan baquías, burlando celadas.

¡Embestida compañera, grave tronar que suena a indio malón!

 

Capilla de las Mercedes, capital de la nueva nación:

Proclama la victoria de Artigas  que la corona naufraga.

Admirable Alarma, vela juramentos por cada criolla legión.

Tremola feliz la divisa… ¡enastada en heroica tacuara!