LAS ROSAS DEL OLVIDO.
Se iban las rosas por todo su cuerpo alzando fragancias del tórrido estío: anclados y unidos, el mundo era nuestro y todo en la vida nos daba un respiro.
Por ella se paseaban todas estas rosas: las del día sobre el agua, las de un hotel antiguo, y otras sin fragancia: LAS ROSAS DEL OLVIDO.
Se iban por su nombre las rosas del ayer, las únicas rosadas que le daban el latido, y llena de ese aroma pasaba por su piel, el beso que llegaba al último camino.
Por ella se paseaban todas estas rosas: las del día sobre el agua, las de un hotel antiguo, y algunas de esperanza: LAS ROSAS DEL OLVIDO.
Se iban las rosas por todo el perfume uniendo las horas del tórrido estío: anclados y unidos, se alzaba una nube, que nos visitaba cual sano testigo.
Por ella se paseaban todas estas rosas: las del día sobre el agua, las de un hotel antiguo, y tantas legendarias: LAS ROSAS DEL OLVIDO.