El rojo de la rosa se diluye en el aire
como fuego que arde en río de plata,
su perfume el cielo azul oscurece como
enjambre de abejas que liban la luz del alba.
El carmesí de sus pétalos vibra en mis ojos
con vivos resplandores de incandescentes brasas,
el carmín de su luz enciende el universo
en ardorosos colores y dulces fragancias.
El rojo aroma de sus delicados efluvios
néctar de dioses es para mi acongojada alma,
sus esencias se diluyen en el cielo azul
como suaves melodías que el ruiseñor canta.
Sinfónico acorde de colores y perfumes
que mis blancos sueños muda en nubes escarlata,
tus rojas cadencias surcan las sendas del éter
en las alas del viento y los suspiros del aura.
En las alas del viento