Día especial
detrás de las ventanas
y muy cansado.
Ya se hace largo.
El tiempo se detiene
y nunca avanza
Pero paciencia.
No queda otro remedio,
así es la lucha.
Esta batalla
no sabe de banderas
ni de individuos.
Ataca a todos,
mayores y pequeños,
y es un cobarde.
Hay que agotarle.
Hacer que se evapore
y marche lejos.
Con gran paciencia,
(nos dicen los que entienden)
lo lograremos.
Y en eso estamos.
Rogando porque pase
la cuarentena.
Y venceremos,
si Dios así lo quiere,
para ser libres.
Rafael Sánchez Ortega ©
02/04/20