Nací de un sueño sublime y puro
ese que se carga en el alma
en medio de un dulce mar y un río
que sus aguas amalgaman.
Nací en una tibia y soleada mañana
a la orilla de mi dulce mar
mi primer arrullo fueron sus olas
y las gaviotas con su graznar.
Nací junto al sol y a la brisa yodada
por eso el mar su bendición me dio
al brotar al lado de sus aguas
y por ser hija del más puro amor.
Nací de la entrega absoluta
de dos luminosas estrellas
que entre cantos y sonrisas
me hicieron su niña bella.
Crecí entre delfines y su chasquido
con ballenas y su azul canto
en medio de barcos y cometas; lluvias y rocíos
que otorga la selva en su inmensidad.
Crecí con el amor de mis hermanos
entre grandes y verdes manglares
con las historias mágicas de mi abuela
y con el devoto cuidado de mis padres.
Nací y crecí en la ternura
de los besos de mi familia
y con una gran esperanza
de que mis sueños no mueran.
Yamila.