majestuosa avecilla
de inquieto volar,
eres la envidia
de todas las demas.
el sol te sonríe
como quien te saluda,
y la brisa clemente
te ofrece sus dulzuras.
y vas por el cielo
inquieta como eres,
cantando al Eterno
aquel Miserere.
eres inspiración
para trovadores y poetas,
tu, pequeño destello de perfeccion
y que no sabe de penas.
pero posees una dicha
que no todas las avecillas tienen:
hacer tu nidal en balcones
de príncipes y reyes.
majestuosa avecilla
de inquieto volar,
eres por Dios bendecida
y eso lo sabes ya.