Fernando Endara

Y VENDRÁ

Surgirás como  manzano  cubierto de rocío

gloria de cupido, cristalino cielo,

no habrá indicios vanos

ni celos tiranos, ni destierros cautivos

Aparecerá la armadura de Dios

 y  vendrá en  surtidores de oro y plata,

el cielo será azul,  tierno y placido

mi espíritu ya no errará.

Se frustrarán las pasiones,

las colinas agudas  se agitaran al viento

la hojarasca no será  húmeda vestidura,

todas las  ninfas despertaran sus voces.

Un piano viejo y mustio

resonará ilusorias  cantatas  de delirio,

brumas  y sauces llorones

percibirán el aliento de las garzas

El ramaje del otoño

será un pasto  de ensueños y esperanzas,

luciérnagas y caléndulas

brillaran por una alameda estival.

El grito de los búhos

posados en iglesias góticas

retumbarán el orbe

para ahuyentar la soledad.