Hoy nos toca ver por la ventana
y pensar tras el cristal
sabiendo que no cruzará la alegría
ni hoy ni mañana,
pero al esperar por ella, por ti
se vuelve más calmo el asunto,
y es mirando por la ventana
cuando guardo mis preguntas
en el bolsillo tibio
para hacértelas un día
y soñar con tus respuestas
esta misma noche.
Quién sabe qué piensas de mí,
cuál es tu historia de vida
y cuál quieres escribir,
qué atajo me acercará a ti,
a tu ventana desahuciada,
empañada de recuerdos gélidos
cuando me libere de esta celda.
Sé que tenemos mucho por decirnos
y agua dulce para nuestras bocas,
me persuado de todo,
de la alegría que viene y de ti,
viendo por la ventana
pensando cómo te verás detrás,
queriendo cruzar pantallas.