Eres el suave murmullo de un recuerdo.
La dulce melodía de un piano solitario.
El ulular del viento entre pinos salvajes.
Eres el tímido rayo de luna que entra por mi ventana.
Fragancia fresca de mayo florido.
Cálida presencia al caer la tarde.
En los lagos profundos de tus ojos naufragué.
La suave melodía de tus palabras aplacó mi ser intenso.
Tus caricias fueron el lenitivo ungüento para mis tormentos.
Tu cuerpo mi refugio, el pozo de aguas vivas que sacia mi sed sin fin.
Estás en mí, como yo estoy en ti.
Agradecer quiero a la vida tu existir.
Ese amor que nos entregamos, que compartimos, haciendo pleno el vivir.