Enigmáticas personas sin rostro circulan por las calles,
serpentean entre multitud de seres,
algunos con rostro, otros sin él
esquivando a quien lo lleva desnudo
Las personas sin rostro no visten sonrisas,
tampoco se les perciben los enfados ni las penas,
Son cuerpos que se mueven y transitan,
inescrutables, impenetrables, herméticos
Los rostros de las personas sin rostro,
están tapados, embozados, escondidos,
ocultando sus miedos y pesares,
Tan atenuada está su voz, cuando hablan,
que parece venir de otro mundo,
el discurso distorsionado, carente de expresión.
Y aún así, reconozco a mis amigos sin rostro
entre la barahúnda de máscaras errantes.
Sus andares, sus ademanes y maneras,
inconfundibles, individuales, específicos
¿Cómo sabré si estás sonriendo?, yo te pregunto
¡Mírame a los ojos!, me contestas.