Regálame muchos besos,
dulce sabor a ternura,
y ese calor de tu cuerpo
que en mi soledad ayuda;
Regálame tu silencio
que con candor se conjuga,
ese temblor que yo veo
y mi voluntad anula;
quiero contar con tu esencia,
embriagarme con tu amor,
con tu presencia absoluta;
tú serás aquella estrella,
esos rayitos de sol,
que me envuelven como espuma...