(I)
EL JARDÍN DE SU SECRETO...
Oh diosa
de la noche...
que os desgastáis silente
entre lánguidos secretos,
apenas sois...
la palidez de la fortuna,
en el claroscuro
indefinido de la luna,
y en la mañana
desasosegada
de su espíritu...
jazmines rojos,
herido albor.
(II)
AGUA, ENTRE CRISTALES...
Cuando el vacío golpea
el suelo de las catedrales,
y lánguidos quehaceres...
se aturden de tristeza,
cálidas alondras
deshojan sus pureza,
donde la fuente llora...
herida en su loor,
yo sé...
de artúricos desdenes
y de párpados vacíos,
allá donde
la rosa brota...
desnuda en su candor.