Alberto Escobar

¿Quién será?

 

Tu rostro es
un auténtico
poema.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Me mira...
Me mira ahora, de frente, sin yo imaginarlo.
No la puedo ver. Apenas sé que está agazapada,
bajo el acantilado que me mira y me invita a saltar.
Me mira, sé que me mira, pero se oculta con maestría.
Dejo de pensar, pongo los ojos en la pantalla
de mis asuntos —la distracción nunca fue buena consejera.
Desgrano como si de un rosario se tratase todas las cuentas
pendientes y escribo como desangrado de una herida, y ella...
Me sigue mirando, con esa mirada del que sabe el final
de una película que no acaba de producirse.
Sigo escribiendo con el estribo de una música
que pretende envolverme sin apenas llegar a puerto.
Voy a intentar de repente alzar la mirada para ver
si la sorprendo asomando el hocico de su madriguera.
Ni aún así lo logro. ¿Quién sera esa incógnita?
¿Cuál será su valor, aquel que cuadra mi ecuación?
Nunca lo sabré...
Quiero pensar.