No tengo nada.
Solo un lamento en el alma y llagas en el corazón.
Lágrimas que van bajando por mi rostro
- demacrado -,
insuficiencia cardiaca y pensamientos terribles
que no me dejan dormir...
Nada para respirar, solo penas al hablar,
amigos que ya no viven y recuerdos vagabundos
que deambulan libremente por mis venas sin
- parar-.
Nada tengo que guardar...
Tampoco que regalar,
solo canciones del viento
cuando salgo a caminar.
Nada llevo en mi mochila cuando contemplo la
- vida -.
Me pesa hasta el aliento.
Mis bolsillos vacíos de riquezas pero llenos de
ternura y de amistad, intentan dejar un rastro,
una huella de consuelo al caminar.
Nada.
Ya no puedo respirar, me falta mucho camino.
La vida es larga, oscura, con espinas de metal,
las heridas en mi cuerpo, el llanto, la oscuridad.
Vivo a veces sin vivir,
con pensamientos inútiles, ideas equivocadas,
con deseos extraños e imposibles...
Nada veo en mi interior que reaníme mi alegría.
- Nada -.