Eres espacio de luz, eres viento y brisa,
Entre ese abrazo profundo,
Como un paseo a velas por el mar,
Es calzar el corazón en forma precisa,
Trepidante montaña arremolinada,
Donde crece y crece el impulso de una sonrisa,
Para verternos en el río de sinfónica calma,
Acelerando el corazón muy de prisa...
Busco y busco el pasaje que vuele hacia ti,
Para encontrar ese espacio de luz,
En ese distinto universo de agua cristalina,
Como cada flor inundada en felicidad,
Cuando el suspiro nació para ti,
Entre especiales flores caminantes,
Para ondear el viento en tus manos,
Esperando aromatizarse en ti,
Con cada pétalo en planos danzantes,
Sonriendo entre el frescor de tu mirada,
Tan viajeras y tan andantes...
Todo me habla de ti,
Siempre todo me habla de ti,
Aunque mi corazón se apriete,
Aunque mis manos se extravien,
Y mi sonrisa se detenga...
Sólo se que No quiero que mis palabras aprendan a perderse nuevamente entre la brisa...
Por eso terminé preguntando,
A todo lo que me rodea,
Le pregunté a mi manos,
Y rodearon tu silueta,
Le pregunté al calor,
Y se me encendió tu figura,
Le pregunté a la Luna,
Y nos escondió en su lado oscuro,
Le pregunté a las piedras,
Caminando en la soledad del desierto,
Y de alguna forma también le pregunté al sol...
Que me acercó a tu vida...
Y cada respuesta me dijo...
Tú la amas...
Porque no hay nada igual a verte sonreir,
Y poder transitar por la expresión de tu mirada,
Sabiendo que no hay lugar más bello,
Que un minuto entre tus brazos...
Es un refugio eterno en esta vida...
Y por eso me duele,
Me duele inmenso,
Hasta el fondo,
Y sin saber hasta cuando,
Porque aquí no hay olvido,
Y noto que me duele,
Con mis errores inmensos,
Que hacen que ya ni quieras saber de mi...
Duele alejarse de a quíen uno siempre ha querido...
Duele... Y la verdad, duele hasta el fondo... Hasta carcome los sentidos, de verdad me duelen hasta los huesos...
Porque aprendí a vivir sin estar contigo, pero todavía no aprendo a vivir sin ti...
En el fondo sólo se que donde este, siempre estaré pensando en ti...