La lluvia me siembra placeres, uno que otro crece en algún rincón de la nostalgia,
La lluvia me involucra en ese hábito de soltar y dejarte ser aunque a veces,
Tu lluvia está tan distante que debería imaginar que nos acerca y nos deja
los lunes ese deseo que se hace caricia y secuencia de mimos por doquier,
Ni vos ni yo podemos decir nada, solo verla caer sobre el asfalto, toda llena de esperanza y vida.
Así somos gitanos alejados de la feliz fiesta que deja su llegada, por ende cultivamos todo bajo la tierra:
Esos que dicen amarse pero no pueden, cultivamos lunes lluviosos, paraguas sin uso y olvidos.