El silente susurro de la noche sonríe
a los ardientes efluvios que emanan tus pétalos
bajo la sombra de la luna que se esconde
tras las blancas lágrimas de un lejano lucero.
Mis ojos exhalan profusamente esta noche
agrios suspiros que se lleva el viento
en las aladas carrozas del agua marina
a las verdes profundidades del vasto océano.
Voy sembrando por el aire albas margaritas
y a las olas voy arrojando sus blancos pétalos,
sus lágrimas se convierten en soplos de sal
que se alejan en las azules alas del céfiro.
Tus rojos corales besan las saladas plumas
que la suave aura ha llevado hasta tu lecho,
mis labios de tus labios liban el elixir
en el dulce susurro del nocturno silencio.
En las alas del viento