Amaneció
de nuevo otra mañana.
Ya queda menos.
Eso me digo,
quizás para animarme
y estar tranquilo.
Pero seguro
que lloran los cristales
y no por lluvia.
Será la brisa
que llega con arena
desde la playa.
Serán las alas
de alguna mariposa
dejando sueños.
Serán mis ojos
que ven las chiribitas
y candilejas.
Todo es teatro
con miedos y sonrisas
desde el vacío.
Lloran las almas
y vemos a las sombras
como se agitan.
Desde el silencio,
seguimos resistiendo
un día más.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/04/20