Niña bonita, niña preciosa,
ámame un poco hoy y mañana,
ámame así como tú me amas,
toda la semana.
Que no termine nunca tu amor para mí,
mi dulce niña,
ámame con dulzura extrema,
ámame con ternura inmensa,
ámame con pasión que quema,
ámame con amor sin límites,
más allá de la vida, más allá del tiempo.
Ámame como si el tiempo acabase,
como si el futuro ya no fuera,
como si tú y yo en un solo latir se fundieran,
dos almas incompletas en busca de la otra.
Ámame sin indiferencia,
sin sarcasmos y sin críticas,
como si fuera amor perfecto,
aunque este muy lejos de serlo.
Ámame con la ternura inmensa que al corazón cobija,
ámame con melancolía que al alma quema,
ámame con ingenuidad que el pensamiento no concibe,
y con la fantasía perdida del ayer,
como si el tiempo no existiera,
fundiéndonos en un beso eterno,
en un eterno ahora, el cual final no tiene.