En esta vida no conviene presumir de nada,
yo como castellano, como tipo sobrio, como tipo duro,
lo último, lo último, decía sería una andaluza,
con su naturalidad, con su simpatía, con su.. desparpajo.
Mi mujer es.. andaluza, la típica andaluza,
habla con.. cualquiera, muchísimo.., le encanta la alegría,
pero mi mujer además es todo intuición e inteligencia,
quizás por ser tan bella, no le deslumbra la belleza.
Me costó tres meses conseguir una cita con ella,
una insistencia castellana, un trabajo arduo, una energía infinita,
aún así, siempre dice...que lo que gustó de mí es como pensaba,
como la sorprendía, eso la llevo poco a poco a cambiar de idea.
Ella ha tenido que aprender aceptar,
que yo soy castellano, autosuficiente, reservado y minimalista,
yo he aprendido a aceptar que ella necesita,
la luz, la vida..., La sonrisa y a su pareja.
Quizás, lo que más me gusta de ella, es su fidelidad,
su confianza en mí, ella un día me dijo..que yo era un diamante en bruto,
para un tipo en el fondo muy inseguro, eso ..me creció, me dio la vida,
y mi orgullo ante una caída de ella es..infinito.
Por eso, hoy en día, cuando alguien dice algo,
muy categóricamente, pienso..que tenga cuidado,
nunca se sabe, a mi ahora me encanta Andalucía,
y Castilla y Asturias, para mi todo en España es..Bello.
Incluso yo ahora, un tipo reservado, un tipo duro,
un castellano, un sobrio soldado, con ella más y más sonrió,
porque yo en mi recóndito fondo, en mi yo interno,
me siento un privilegiado, me siento un tipo a veces ..en el cielo envidiado.