Deseo escuchar tu sonrisa através del espacio y el tiempo, entre el ruido sordo de esta urbe, en la privacidad de un oscuro cuarto mudo, tan lleno de silencio, en donde el único ruido sea el de nuestros escándalos besos.
Déjame llevarte sin reservas, al ritmo de ritos paganos, leerte poemas muertos, que alguna tarde de octubre escribí, para todos tus vívidos recuerdos.
Déjame deformar el tiempo, justo en el instante donde nos conocimos, besarte y abrazarte, no soltarte nunca, que mi reino de basura, se extinga al compás de tu ritmo cardíaco.
Eternas lunas-.