Este comienzo sin origen ni final
no tiene más que triste acabamiento
pusilánime forma de actuar en combate abierto
zonas distribuidas al azar donde las estructuras
han definitivamente caído, y se espera en avalancha
como un temblor en el pecho. No entiendo que alguien
me entienda- yo mismo soy incapaz de hacerlo-, pero
en las lagunas olvidadas crecen rectángulos consumidos
por la necedad. Ignorancia vestida de anhelo! Prurito de simetría
invadido por la inacción, y esa arrogancia múltiple
del que espera su sueño terminantemente prohibido.
Deseo que las noches tengan forma y fórmulas de amor,
oh pájaros del norte! Anhelo de mi pasión-.
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