Floreces, en mi jardín, vestida de palabras
Deshojo los pétalos de tu cuerpo, para germinar en ti
Para fecundar tu alma,
El deseo será simiente
Florece el cerezo, efímero, en la primavera de tu vientre
Mi cuerpo, cual tierra fértil, recibirá tu esqueje
Y tú, cual rosa exótica, te abrirás ardiente a la pasión y entrega
Disfrutaremos el encuentro, despojados de egoísmo
Mi aliento será verdor, intenso, entre el prado y tu cuerpo
Tu seno será candor, inocente, entre el jardín y mi hombría
Desnudos en un sueño, enlazaremos los cuerpos, hasta quedar sin aliento
No urgiré mi alma, Si tú floreces aquí
No llevaré palabras para cubrir el jardín
No vestirás de pétalos cuando te entregues a mi
No morirán las flores cuando tu habites en mi