Kinmaya

Fuera del tiempo

 

Nada parece estar en su lugar una vez más,

ni el alma, ni el corazón, ni el ánimo.

El vacío más extraño me invade una vez más,

mientras los cuervos entran y salen por mi ventana.



Mi cuerpo se esfuma gris y meditabundo,

como nubes oscuras perdidas en un mar de furia nefasta,

mientras el azul del agua se impregna en mis huesos,

y escucho odas perdidas en los tiempos.



Mi asombro se confunde con una desnuda apariencia traslucida,

que se mueve fuera de mi sombra,

sereno en el pensar, siempre termino devorado por mis entrañas,

mientras desaparezco entre las tinieblas.

 


No encuentro a nadie, el mundo parece estar vacuo, solo escribo. Ya no hablo.

Me levanto noctámbulo en un silencio que se pierde en el infinito,

una pesadilla sin rostro que se repite profana y fuera de los tiempos,

mientras mis pies se hunden en el fango de mis delirios.



Estoy agotado de no ser,

el agobio de vivir fuera del tiempo me vuelve incapaz he irreal,

caen algunos trozos de espejos sin reflejos,

y las preguntas se reiteran con la luz de cada amanecer.