Una cabalgata entre nuestros cuerpos nos robó el aliento al finalizar la carrera donde tu cuerpo y el mío salieron vencedores entre sudor y prendas mojadas ansiaba tomar el premio de tu carne tú buscando mi Norte yo bajando a Tu sur buscando la luz iluminarme de ti con el cuerpo cansado la sangre hirviente de mi vientre explota sobre ti
tu piel cálida y húmeda sobre la mía deja sentir tu amor a cuenta gotas
hundida en tu pecho tu respiración en mi oído veo el gozo en el semblante de tu rostro
con tu último aliento el cuerpo se cansa
se desvanecen y caer rendido
me revive tu tacto acariciando mis caderas qué viaja lentamente hacia el centro de mi carne
Dulce vida róbame la inocencia y regálame la experiencia.