EN ÓRBIRA
La tierra, evolución infinita,
Organización de células
y tejidos más complejos,
armonizan en condiciones perfectas
Se adaptan, forman sistemas completos.
Lógicamente,
cuando la naturaleza crea vida,
Formamos parte de ella.
Inopinado uno de esos microrganismos,
Pero Sin células, desmantela a un hombre
y se propago en tiempo récord.
Entonces, nuestro mundo
se detuvo bruscamente
para que nos diéramos cuenta,
de la velocidad, con la que
lo estamos consumiendo.
Ahora, experimentamos
un cambio colectivo,
sintiendo preocupación, pero
igualmente, ha despertado la conciencia
de generaciones que dormían,
que vivían y que olvidan el camino.
Y si, seguimos en orbita
La comprensión de los seres humanos
y la fuerza inagotable que tenemos,
para superar las adversidades,
nos permiten meditar
nuestro papel en el mundo.
Somos seres capases de transmutar,
la energía más fuerte de todas,
al mostrarnos solidarios,
con los que sigue afuera.
El amor, sobrepone obstáculos,
Porque guaramos la distancia,
pero estamos más unidos que nunca.
Es necesario redireccionar nuestro impacto
Que el daño sea inocuo
y nuestra estancia progresiva
Porque este virus
es invisible, no inmutable.
Pero nuestra evolución,
dichosamente es Moldeable.
Daira F. González Hernández.